martes, 1 de enero de 2008

FIESTAS EN FAMILIA


La imagen infaltable. La familia unida con la felicidad marcada en la cara. Cada uno reflejando su alma. Una reunión inolvidable, con mucho ruido pero sin pasarnos de la raya.

La abuela, que tiene más de 80 años se atragantó con un hueso de cordero y a los pedos tuvimos que llevarla al proctólogo.

La tía Emilia, en un ataque incontenible de risa, con las lágrimas rodando por sus cachetes, no pudo cerrar la boca y al final nos cagó el mantel.
Nunca podemos evitar que el tío Juan Carlos, que tiene hemorroides, salga en las fotos con los ojos rojos.

Este año le prohibimos las gaseosas a la tía Juana, porque cada vez que se mandaba uno de sus eructos todos decían "yo no fui" y salían corriendo a abrir las ventanas.
A la medianoche brindamos y nos tiramos algunos petardos.

Al otro día, bien temprano, seguimos la reunión luego de refrescarnos la cara en el bidet, y como todos los años, empezamos una mateada interminable. Eso sí: limpiando siempre la bombilla...

1 comentario:

Marcelo Niño dijo...

bueno, no esta tan mal, nosotros no nos pudimos lavar la cara ni en el bidet.
Un abrazo amigo y esto se esta poniendo gueno.
M.-